¡Este contenido es solo para Miembros VIP!
Hay un momento clave en la vida numismática del coleccionista al que todos, tarde o temprano, tenemos que enfrentarnos: concretar una colección de monedas. Es algo que parece, en principio, intuitivo, pero siempre viene bien darle un par de vueltas al tema antes de ponernos a ello. Y hoy, se las damos.
Eligiendo un peldaño de la escalera
Realmente, colecciones lo que colecciones, estás coleccionando monedas del mundo. Da igual si coleccionas monedas romanas, del Imperio Sasánida, de Juan Carlos I o euros. El tronco común de todas es que son monedas del mundo.
Y dado que tienen un tronco común, se puede establecer una especie de esquema por niveles de todas las monedas del mundo. Este esquema es el que usan páginas como Numista o Foronum para organizar sus catálogos.
Este esquema tiene 3 niveles básicos, que van de menor a mayor concreción:
- Nivel 1: Estado
- Nivel 2: Etapa Histórica
- Nivel 3: Año y Denominación
Elegir qué coleccionar significa elegir un tema que te guste y un nivel al que entrar a él. Y concretarla, bajar un nivel en la escalera.

Por ejemplo, digamos que quieres coleccionar monedas españolas.
- Entrar a las monedas españolas desde el nivel 1 significa coleccionar todas las piezas desde cuando tú creas que existe España hasta la actualidad.
- Entrar desde el nivel 2 significa coleccionar todas las monedas de un rey / república / pretendiente / dictador en concreto. Por ejemplo, las de Alfonso XIII.
- Entrar al nivel 3 significa coleccionar solo ciertas monedas de un rey / república / pretendiente / dictador en concreto. Por ejemplo, las monedas de 2 pesetas de Alfonso XIII.

O digamos que quieres coleccionar monedas romanas. Cada nivel sería:
- Nivel 1: Todas las monedas romanas desde que se fundó en el 753 aC hasta la caída del Imperio en el 476 dC.
- Nivel 2: Monedas de la República o de un emperador en concreto. Por ejemplo, las de Augusto.
- Nivel 3: Ciertas monedas de la República o de un emperador en concreto. Por ejemplo, los denarios de plata de Augusto.
Por otro lado, hay colecciones que buscan tomar muestras pequeñas de un periodo mucho más amplio. Por ejemplo, las colecciones de una moneda de cada emperador romano. Estas, realmente, son colecciones de nivel 2, en la que cogen solo un año y una denominación concreta.

También hay gente que colecciona monedas de un año concreto, por ejemplo, el que nacieron. Esta sería una colección de nivel 0, que es el de monedas del mundo. Simplemente, el nivel 2 está acotado a un periodo histórico concreto, y el nivel 3, a un único año, el que hayan elegido.

Finalmente, hay colecciones que abarcan solo ciertas denominaciones, como la de La Peseta desde 1868 hasta 2001. Esta colección, realmente, es una colección de nivel 2, en la que se coleccionan completas las etapas de Amadeo, la I República, la Guerra Civil y Franco, y luego se acotan los niveles 3 del Gobierno Provisional de 1868 y de Juan Carlos I a todas aquellas monedas que tengan una denominación en pesetas.
¿Cuándo es necesario concretar una colección?
Pues como casi todo en la vida, la decisión de concretar (o no) una colección de monedas viene dada por la interrelación entre el tiempo y el dinero.
Si el dinero que tienes disponible para dedicarle a la colección te da para comprar las monedas que quieres (en general) en el periodo de tiempo que quieres dedicarle al tema, no es necesario que concretes tu colección.
Pero si comprar esas monedas te va a llevar más tiempo o dinero del que tienes disponible, igual es mejor que rebajes tus ambiciones, desciendas un nivel de la escalera, y te centres en algo más concreto.
Y se puede hacer necesario concretar en muchos momentos, pero hay dos en concreto en los que hacerlo es providencial:
Momento 1: Diseñando tu colección
Llevar a cabo cualquier cosa es mucho más fácil cuando la haces bien desde el principio. El coleccionismo no es una excepción, y es mucho mejor que antes de meterte a comprar, diseñes tu colección de monedas pormenorizadamente. Así tendrás una idea de si puedes permitirte el gasto en tiempo y dinero que supone.
Pero hay veces que, al terminar de diseñarla, nos damos cuenta de que lo que teníamos pensado coleccionar se escapa de nuestras posibilidades. Ese es el momento de bajar un nivel en la escalera y concretar aún más.
Momento 2: El mercado cambia
Quizá ya te hayas dado cuenta de que el valor y el precio de las monedas en el mercado numismático tiende a cambiar bastante dependiendo de factores imprevisibles. Hay veces que una serie se pone de moda, o entra una mano fuerte, o los metales nobles cotizan más alto, y las monedas suben de precio.
Y puede llegar a pasar que esa subida de precio sea permanente. O, al menos, lo suficientemente permanente como para que se nos escape el objetivo de completar la colección planeada en los parámetros de tiempo y/o de dinero que nos hayamos puesto como límite.
En ese caso, hay que replantearse la colección y elegir uno de los varios caminos que se pueden tomar. Por ejemplo, puedes venderla y coleccionar otras monedas. Pero uno de los caminos más típicos es el de bajar un nivel y concretar más la colección.
Concretar tu colección de monedas es algo a lo que, tarde o temprano, todos nos enfrentamos. Saber en qué punto de nuestra colección estamos y a qué nos enfrentamos ayuda mucho a afrontar ese paso y continuar coleccionando sin que el tema se nos vaya de las manos.